Post original de Bruno Jourdan en Les Mondes de Pval.
Una pequeña historia que me explicó un amigo consultor:
Una fábrica de embotellado, líder mundial de refrescos sin alcohol, se enfrentó a un problema con su personal, directivos y mandos por igual. Desmotivación, absentismo... no estamos hablando de “sufrimiento en el trabajo”, pero casi.
Las entrevistas personales indicaron un malestar por la sensación de tener “cada vez más proyectos”. Otras formas de expresarlo: “demasiados cambios”, “nada es estable”, “no podemos concentrarnos en lo esencial”, “en la central hay un montón de gente que no nos escucha y todos los días más demandas”...
En cambio, en las entrevistas con los managers de la central, el origen de los proyectos, ellos explican y justifican la pertinencia de todos los proyectos.
Lector de este blog especialista en Mundos, ¿cuáles son sus líneas de análisis?…5 minutos de reflexión.
Pistas de corrección:
La grandeza de los managers de la central es “el proyecto”. Ellos son reconocidos, valorados y promocionados por su capacidad de gestionar los proyectos… por lo que no es de extrañar que hayan tantos proyectos.
¿Qué hacer?
Un consultor de organización responderá, sin duda, con un proyecto - otro más- de “gestión de la cartera y priorización de proyectos”. Explicará, también sin duda, que los proyectos necesitan ser mejor explicados al personal de fábrica. Hablará de gestionar el cambio.
No sé cuál sería la respuesta de P-Val a esta cuestión, pero sé que si no se cambia la grandeza de los managers de la central -el proyecto- el problema tendrá muy pocas probabilidades de que se resuelva. El “otro proyecto más” prevalecerá.
¿Deberíamos entonces renunciar a las acciones, cambios o mejoras? .Por supuesto que no - sobretodo, por que los que defienden los proyectos podrán sin dificultad recordarnos que todas la organizaciones necesitan tener un proyecto que reuna a sus integrantes.
Lector ¿cuál es su respuesta a esta paradoja?
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