Por Silvia Estrems.
He tenido la oportunidad de consultar un libro publicado por
la UNESCO presentando los lugares patrimonio de la humanidad.
Ejemplo típico de libro pensado desde el mundo de la UNESCO y
no del mundo del (cliente) lector.
Me hubiera interesado descubrir los sitios agrupados por
región (o país) o incluso habría sido interesante una agrupación por temática
(hay sitios protegidos por razones culturales, naturales, …). También me hubiera
gustado leer una descripción comentando una ilustración reveladora de cada
sitio.
He tardado un poco en entender cómo estaba organizado el
libro que tenia en mis manos:
El orden de presentación sencillamente era la fecha de
inscripción del sitio en la lista de los sitios protegidos.
En cada apartado,
también se puede encontrar la lista de palabras clave que pueden (supongo) permitir encontrar
el sitio en una base de datos pero en el caso concreto de un libro físico, tienen poca utilidad.
Tampoco se incluían fotos de cada sitio presentado.
Deducción: la grandeza de la UNESCO es el número de
sitios clasificados dentro de su marca “patrimonio de la humanidad” por año y la clasificación de cada uno.
No parece ser que el (cliente) lector tenga espacio en el
mundo de la UNESCO - pero también sabemos cómo de difícil es entender el mundo del cliente – os animo a leer "banquero o pescadero".
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