Estoy seguro que todo el Mundo se acuerda de la famosa frase de Jacques Séguéla « si no se ha conseguido un Rolex a los 50 años, su vida ha sido una pérdida de tiempo »Entonces se dió cuenta de que había cometido un error y se disculpó. ¿Por qué?
No hizo otra cosa que recurrir, probablemente en un lenguaje más popular, al slogan de la marca... de 1956 (publicado en el magazine de la época Réalités):
La mayoría de los hombres que rigen los destinos del Mundo llevan Rolex.
Lecciones aprendidas:
a) el mensaje había penetrado profundamente en el inconsciente de Jacques Séguéla
Lo que traduce su fuerza: cuando vuestro Mundo es fuerte y se formaliza, se puede comunicar con mayor facilidad y se convierte en apropiable, en interno y en externo, y por tanto fácil de utilizar para los equipos de I+D, de diseño, de marketing, de comercial, por parte de los clientes...
b) el mensaje es un mensaje de Mundo: en ningún momento se habla del producto, lo que se inculca es que siendo propietario del producto nos integramos en un determinado Mundo.
Cuando los clientes se adhieren voluntariamente a un mensaje que les permite entrar en un mundo al que quieren pertenecer, entonces nos habremos sumergido en la categoría de "creadores de Mundo", no muy lejos de la perfección estratégica.
Os recomiendo que os hagáis esta pregunta, en vuestra empresa, vuestras ofertas en el ámbito B2B o B2C, ¿formalizan de forma clara una promesa que conlleva un compromiso? ¿Es la promesa una pasarela hacia el mundo deseado?
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