Por Silvia Estrems.
A menudo escuchamos frases como “he
tenido suerte y me han llamado después de 14 meses”, “hemos tenido suerte y nos
han contratado un servicio para los dos próximos años”, “he tenido suerte, me ha dedicado 1 hora y
media”, etc.
Mi convicción es que la suerte no existe
por si misma en un proceso de venta. La suerte se construye y se mantiene a lo
largo del tiempo.
De hecho, a las empresas no les gusta
pensar que las actividades están sometidas a la suerte. A las empresas les
convienen procesos eficientes que garantizan los resultados – un proceso de
fabricación, un proceso de facturación, un proceso de venta.
La metodología de venta de soluciones que
vamos exponiendo en este blog, permite a la vez seguir un proceso y también
construir y mantener lo que unos pueden llamar la buena suerte. ¿Cómo?