viernes, 9 de diciembre de 2011

La importancia de la actitud cuando comunicamos



Comentario recogido durante una sesión deformación de comunicación eficiente:

Hace poco he hecho una presentación en un foro de especialistas. La sala ha aplaudido al final, lo que es poco habitual. Luego, los más mayores han empezado a hacer preguntas tendenciosas y he tenido que responder con datos para demostrarles que yo tenia razón

¿Que ha pasado en esta presentación?

El contenido parecía estar bien construido según la metodología que enseñamos. Solo se podía haber puesto más en valor las ideas claves en el soporte visual. La audiencia incluso ha aplaudido porque el final era claramente motivador: impulsaba apoyándose en las emociones de la audiencia para adherirse a la causa defendida.

¿Qué pasó, pues?


Lo que paso, seguramente, es que el ponente se había saltado inconscientemente la primera etapa de la metodología. En esta primera etapa, se trabaja la actitud para maximizar el resultado. Sólo la actitud que llamamos + + permite obtener el resultado esperado de la presentación.

En este caso, nuestro ponente se había puesto en una actitud de dominación (muy a menudo tenemos una tendencia natural a adoptar una o otra actitud – he observado que efectivamente la suya podía llegar a ser + - en ciertas circunstancias). Una actitud de dominación genera rechazo. Durante la ponencia, los expertos con una cierta antigüedad se han sentido atacados en sus actos y decisiones pasadas y por supuesto han reaccionado cuestionando durante el turno de preguntas. Aunque el ponente tenía seguramente muchos argumentos en su favor, le ha fallado obtener una adhesión completa a su causa.

¿Cómo llegar al resultado esperado? Siempre adoptando desde el inicio la actitud + +: Es la que permite identificar, cuando se prepara las slides, las resistencias que podrán tener los expertos y por lo tanto construir un discurso que sea aceptable para ellos y que impulse la adhesión de todos.

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