Post adaptado del
original de Laurent Berthet en Les Mondes de Pval.
Prestidigitador, psicólogo y británico, el Dr. Richard Wiseman es también un verdadero
escéptico. Por eso, escuchando a algunas personas diciendo siempre que tenían
suerte y otras no, se preguntó qué había detrás de estas dos declaraciones.
¿Tener suerte o no tener suerte, es una fatalidad? Esa es la pregunta.
Realizó un estudio de los dos grupos de individuos y comparó cientos de eventos similares en sus vidas: aniversario, primer amor,
matrimonio, nacimiento de un niño, primer trabajo, salud, promoción, accidente,
pérdida de empleo, vacaciones familiares, viajes al extranjero...
Y se encontró con que, de hecho, sí hay personas con suerte y
personas con mala suerte. Pero la diferencia entre ellos, no es la maravillosa
presencia o fatal carencia del factor suerte. La diferencia es en la percepción
de los acontecimientos y luego la forma de capitalizar sobre ellos. Conclusión:
"¡La suerte real es lo que hacemos con lo que nos pasa!"
Lo hemos adivinado, dos mundos que coexisten bien y que podríamos
llamar "Buena suerte" y "Mala suerte". ¿Qué rasgos
caracterizan a sus habitantes?
- El mundo "Mala suerte" no es del todo desconocido. Sus habitantes “no tienen la moral alta", se desean "buena suerte" cuando van a trabajar y, habitualmente, se sienten más bien "como un lunes". ¿Qué tienen en mente? En situaciones de cambio se centran en lo que está mal, lo que no funciona, esperan lo peor y dudan del poder de la acción para inhibirla. Tienen una "mentalidad en crisis”, explica el psicólogo.
- Las personas del mundo "Buena suerte" son ... afortunadas: ¡tienen una "mentalidad anti-crisis"! Cada vez que un nuevo evento ocurre, un cliente que está considerando la posibilidad de cambiar de proveedor por ejemplo, aprovechan la oportunidad para cuestionarse, imaginar la transformación que hay que hacer y capitalizar el cambio. Siempre están en acción, aprovechan cualquier oportunidad para movilizar a sus talentos y seguir atrayendo ... suerte.
¿Cómo fomentar la mentalidad anti-crisis del mundo "Buena suerte”?
La suerte sería la capacidad de discernir las oportunidades
en los eventos de cambio y la capacidad de estar en acción. Estas facultades se
desarrollan, aplicando las reglas siguientes:
- Entrenarse a responder rápidamente y con una actitud positiva.
- Ser constantemente atentos y abiertos a los demás.
- Estar siempre preparado para encuentros no programados, y, para responder a una demanda inesperada.
- Proporcionar una orientación a nuestra suerte y concretar nuestras intenciones, alimentarlas y formalizarlas con precisión.
- Dedicar tiempo a desarrollar las fortalezas y potenciarlas en lugar de perder tiempo en corregir defectos.
- Ser una oportunidad para los demás, anudándoles a alcanzar sus metas.
- Ser una palanca de actuación allí donde se pueda marcar la diferencia.
- Establecer soluciones operativas y escalables en lugar de buscar la solución perfecta.
- Generar un mundo de oportunidades favorables.
Esto se aplica en todas circunstancias (ver la buena suerte en la venta)
y, practicando, la buena suerte llega.
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