Por Silvia Estrems
Cualquier decisión de cambio requiere
definir un camino para llegar al objetivo: cambio de situación individual,
cambio de forma de funcionar o cambio dentro de una organización… todas requieren
ponerse en acción para avanzar hacia el objetivo marcado.
Mi intención es proponer dos vías
alternativas para impulsar un cambio: dos formas de proceder y mostrar los
resultados de cada una.
La primera vía, que podemos llamar “más de lo mismo” consiste en hacer más
acciones, pedir más compromiso, exigir más, desarrollar más autoridad, más
dinamismo…
La segunda vía, que podemos llamar “hacer diferente” consiste en reflexionar antes de actuar,
fomentar la creatividad para salir del cuadro,
definir una estrategia de cambio, dar sentido a la necesidad de cambio,
analizar las situaciones / comprender los mundos presentes ,
comunicar para provocar una acción…
Podemos intuir que las dos vías van a dar
resultados: cuando nos ponemos en movimiento ya se está provocando un cambio
que nos acerca al objetivo perseguido. Según la situación de partida y el
contexto podemos incluso llegar rápidamente a él con una u otra forma de
actuar.
Pero lo que es seguro es que:
- La vía “más de lo mismo” genera una pérdida de responsabilidad, disminuye el compromiso, aumenta la culpabilidad y la angustia, reduce el potencial de creatividad, aumenta el desgaste.
- La vía “hacer diferente” reduce el estrés y la tensión, potencia el sentimiento de eficacia personal, aumenta la autonomía, disminuye el tiempo necesario a las acciones de acompañamiento, reduce el desgaste.
Por lo tanto, si podemos tener tendencia
a ir por el camino de “más de lo mismo”
que de entrada nos parece poder dar más resultados por el ritmo que instaura,
seguramente que la vía alternativa “hacer
diferente” dará un rumbo eficiente al cambio que queremos conseguir y
posiblemente mejor resultado.
(Fuente: Formación Dominique Clavier)
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