miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Está usted focalizado en el otro o en usted mismo?

El mundo de nuestra empresa, ¿estamos centrados en los otros o en nosotros mismo?

En nuestra empresa, ¿el rendimiento comercial se basa en nuestra propia convicción de la calidad de nuestra oferta, de nuestro servicio? ¿O bien siempre se basa en los valores y las expectativas de nuestros interlocutores, clientes internos o externos?

Nosotros mismos ¿qué responderíamos sobre nuestra relación con los demás?

Probablemente podriamos decir que nos posicionamos en una banda intermedia y moderada entre estos dos extremos...

Para reflexionar sobre ello, propongo la siguiente historia:

En una cena reciente, una mujer china establecida en Francia desde hace algún tiempo me ha comentado una notable diferencia entre la postura de las cocineras chinas y las francesas.

Lo que ella me ha dicho me ha hecho reaccionar. ¿La cocinera china estaría en un Mundo más focalizado en los demás?

Es sorprendente, - me comentó - en Francia, una cocinera que realmente quiera complacer a sus 10 invitados preparando una buena cena, va a poner todo su corazón. Será creativa para elegir la vajilla adecuada, buenas recetas, un buen vino para acompañar los platos, unos buenos entrantes, una buena salsa y un buen postre...

En China, si una cocinera realmente quiere complacer a sus 10 invitados con la preparación de una buena cena, pondrá todo su corazón. Preparará una gran variedad de platos diferentes de manera que muy probablemente cada persona encontrará algo a su gusto.


Si hubiéramos preguntado a la cocinera francesa si se centra en los demás o en ella misma, ¿habría dicho “Sí, en el fondo estoy centrada en mí misma”? Probablemente no. Como a los líderes a los que hacemos la misma pregunta cuando estamos analizando su rendimiento comercial.

Ambas cocineras quieren complacer a sus "clientes", pero en el mundo de la cocinera francesa, lo que se hace es "el plato a la francesa". ¡Esto gustará a todos, obviamente!

Si un chino participa en una cena "a la francesa", puede reaccionar de dos maneras:
  • como chino que puede notar una diferencia en la forma de hacer (sin necesidad de juzgar)
  • como cliente que hubiera preferido pescado, mientras que el plato principal es un guiso de terner
Y nosotros, ¿a que punto estamos cerca del mundo de nuestros clientes? ¿Hacemos todo lo posible para que nuestras ofertas de servicio sean fáciles de digerir para nuestros clientes, caso por caso, cliente por cliente, expectativas del cliente por expectativas del cliente?


Post original (en Francés) de Alain Nifle en "Les Mondes de Pval"

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