Twitter acaba de celebrar su quinto cumpleaños y la sociedad ya está valorada en 7 mil millones de dólares, con una facturación de 45 millones.
Nada es azar, ni oportunismo, es una sucesión de tres cambios de Mundo introducidos por su tres Directores Generales.
El primer Consejero Delegado de Twitter fué Jack Dorsey. Fué el fundador, y la historia le recordará como el primero que en marzo del 2006 envió el primer mensaje de Twitter «invito a mis colaboradores». Su rol era idear el producto. Seguidamente, pasó el cargo a Evan Williams en octubre de 2008, quien desarrolló el servicio y amplió el proyecto a 165 millones de usuarios. Evan Williams trasmitió el testigo a Dick Costolo en octubre de 2010, con el objetivo de transformar la compañía para alcanzar la facturación actual.
5 años, 3 Directores Generales, cada uno de ellos ha cambiado el Mundo de Twitter.
¿Debe una empresa cambiar tan frecuentemente de Director General para tener éxito?
Si, ciertamente, sólo un nuevo hombre puede crear un nuevo Mundo necesario para alcanzar con éxito una nueva estrategia…y dar a sus equipos el deseo de pertenecer a ese nuevo Mundo.
Jack Dorsey es un creador, su Mundo de Inspiración le habría bloqueado para ampliar la zona de influencia de Twitter. Es entonces cuando Evan Williams tomó el mando. Pertenece sin duda al Mundo de la Opinión, «Twitter no existe si no es conocido». Es el Mundo de la Opinión pero no el Mundo Mercantil (el resultado en cifras). Dick Costolo es del Mundo Mercantil, pero también del Mundo Industrial (él procede de Accenture), el tiempo del profesionalismo comercial ha empezado.
Al contrario, no es útil cambiar al DG cuando los cambios estratégicos sólo son incrementales o cuando estamos en presencia de un Director General superhéroe.
Un poco de reflexión para nosotros…
Si somos Director General, entendemos nuestro deseo de postular por un nuevo mandato en próximo consejo de administración, pero ¿no es el momento de proponer un sucesor?
Si somos miembros de un Consejo de Administración, cuestionémonos sobre la capacidad del Director General que hemos nombrado para diseñar una nueva estrategia, teniendo en cuenta a qué Mundo pertenece, e incluso su capacidad para aplicarla.
Si somos sólo un colaborador en nuestra empresa, ahora quizás entendemos mejor por qué tiene este formidable éxito…o por qué estamos en pérdidas.
Moraleja del caso Twitter: las empresas de la economía Internet son tan deslumbrantes en sus modelos de management como en sus modelos de negocio.
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