Oscar Wilde dijo: “El hombre no tiene tiempo de escuchar, juzga”.
¿Qué consecuencia tiene este hecho en la aproximación a nuestros clientes (tanto externos como internos)?
Pues tendemos a entender sus Mundos a través de nuestro prisma, de nuestro propio Mundo, en realidad. Nuestros valores y nuestras referencias colectivas forman un filtro mediante el cual solemos valorar a los hechos y a las personas.
¿Cómo evitar esta trampa?
Proponemos conocer los diferentes mundos de referencia para aprender a descifrar de manera objetiva la realidad de nuestros clientes.
Para practicar los Mundos os proponemos unas lecturas con diferentes casos prácticos, por ejemplo: el líder-creador de Mundo, los Mundos de la distribución de coches así como en el sector del Retail.
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