Por Silvia Estrems
En una reunión de equipo donde analizamos los cambios que afectan a nuestros clientes, hemos llegado a una observación que hemos llamado el reto de “cómo crecer decreciendo”.
Observamos que muchos de nuestros clientes están haciendo planes de reducciones de costes, recortando incluso inversiones de futuro o exigencias de nivel de visibilidad o de calidad. En paralelo, estos mismos clientes tienen necesidad de crecimiento, o por que han identificado ejes nuevos de expansión o por que el proceso de transformación de negocio que están conduciendo está dando sus frutos.
Cuando ocurre esto, la pregunta que nos formulan es más o menos la siguiente:
“¿Cómo puedo con recursos escasos / en disminución / súper-controlados / inadecuados potenciar el crecimiento que tenemos potencialmente por delante?”Bien. Nuestra convicción es que, si todavía hay recursos, aunque escasos o aparentemente inadecuados, hay posibilidades de dar la vuelta al tema y crecer al mismo tiempo que reducimos costes.
¿Cómo? Usando nuestra metodología de cambio de mundos con pragmatismo. Se trata de cuidar el inicio del proyecto invirtiendo un poco de tiempo en analizar nuestro Mundo actual, definir un Mundo deseado que nos acerca al de nuestro cliente y, sobretodo, definir los puentes que nos permitirán pasar del Mundo actual al Mundo deseado.
Los puentes garantizan la optimización de recursos para desarrollar la estrategia marcada. Encontrar las personas que de forma natural ya se mueven dentro del Mundo deseado y que facilitarán el cambio, definir los comportamientos a adoptar y sobretodo identificar el punto de inflexión – el momento donde se va a visualizar de forma definitiva el cambio.
La pregunta podría ser: ¿que significa invertir un poco de tiempo al inicio? Aquí puede diferir en función del tamaño del reto, pero nuestra experiencia nos demuestra que dedicar 2 días, después de un buen diagnóstico, para acelerar y garantizar un crecimiento que no impida la reducción de costes es posible para todos.
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